El cuidado de los mayores en el hogar se acentúa con la Ley de Dependencia
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Cuando apareció la Ley de la Dependencia, se planteó que la prestación económica por cuidados familiares sería excepcional. Es decir, los casos en los que los familiares (principalmente hijas, esposas y nueras, ya que el sexo femenino predomina en el 83 por ciento de los casos) percibieran una paga por cuidar a la persona dependiente serían muy contados, ya que lo que se intenta potenciar es el bienestar de las personas dependientes, pero también la generación de empleo.
Sin embargo, cuando han transcurrido dos años de la puesta en marcha de la normativa, la realidad de la provincia jienense -y la que se puede comprobar en la región andaluza e incluso en todo el país- es que una gran parte de familiares optan por la ayuda económica cuando el enfermo es valorado. Así, el 51 por ciento de las ayudas concedidas hasta el momento, se refieren a prestaciones por el cuidado de familiares, lo que supone un total de 8.900 ayudas. La paga media que cobra el cuidador es de unos 300 euros, lo que supone un montante de 2,7 millones de euros sólo en la provincia de Jaén. Es evidente que este tipo de ayudas lo que hace es perpetuar en la mayoría de las ocasiones el cuidado del familiar en el propio domicilio, aunque contando ahora, eso sí, con una prestación económica.
Se deduce de este modo que en la práctica el gobierno autonómico está incumpliendo en su mayoría el espíritu de la norma tal y como se concibió. Aunque el texto legal establece que los servicios sociales deben dar prioridad a las prestaciones asistenciales como son la residencia, centro de día o de noche, teleasistencia, ayuda a domicilio, protección económica vinculada al servicio, protección económica de asistencia personal y prevención de la dependencia, así como promoción de la autonomía personal, la mayoría asignan a los dependientes una prestación económica, a pesar de que la ley la contemple como una excepción.
Tradición
Las causas de que mayoritariamente se prefiera la prestación económica son dos principalmente. Por un lado, a la comunidad autónoma le resulta más barato esta prestación, ya que el coste en una plaza de un geriátrico es mucho más elevada. Sin embargo, también pesa mucho la tradición familiar del cuidado en casa del anciano o enfermo. En muchos casos, ni siquiera se plantean esta posibilidad. Tal es el caso de Carmen Araque, que lleva cuidando de su madre más de diez años, desde que tenía 82. Puede moverse y realizar las necesidades más básicas sola, pero necesita una supervisión constante. «Yo solicité la ayuda y me la concedieron, pero en ningún momento se me pasó por la cabeza llevarla a una residencia. Ella cuidó de sus padres hasta que murieron y yo quiero hacer lo mismo. Me parece muy triste tener que internarla en un geriátrico cuando en mi casa está muy a gusto», reconoce.
Por su parte, también la ayuda a domicilio supone un importante porcentaje dentro de la Ley de Dependencia, aunque muy lejos de la anterior. En la provincia 3.242 personas reciben este tipo de prestación. En Andalucía, se invierten dos millones de euros diarios en la aplicación de la Ley de Dependencia, haciendo uso de los 530 millones que puso la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social al comenzar a aplicarse la normativa, a lo que hay que sumar 200 millones posteriores. De este importe, el dinero transferido para la ayuda a domicilio es de 244 millones en 2009, con el que se atiende a 31.800 personas en Andalucía en este apartado de las ayudas. Ello representa un tiempo de 1,8 millones de horas sólo en ayudas a domicilio y la generación de 11.300 puestos de trabajo en la comunidad autónoma andaluza.
La Consejería estima que para finales de año cerca de 4.500 personas recibirán asistencia a domicilio en Jaén (en estos momentos lo hacen 3.242 personas). Para ello, ha transferido a la Diputación y los ayuntamientos de la provincia de más de 20.000 habitantes un total de 25.361.000 euros a lo largo de este año.
Más residencias
De la misma forma, la Administración autonómica está llevando a cabo un plan extraordinario con una inversión de siete millones de euros con el fin de proveer a la provincia de 600 plazas más en centros de día y residencias geriátricas. El objetivo es poder atender la demanda de aquellos dependientes que necesiten ocupar estos puestos. Además, se espera generar 600 puestos de trabajo. Así, se está trabajando en un centro de psicodeficientes y ocupacional en Torredelcampo o en un centro de estancia diurna en Quesada. Otras localidades en las que se están haciendo obras con este mismo objetivo son Cabra de Santo Cristo, Jabalquinto, Santiago Pontones, Vilches, Villacarrillo o Segura de la Sierra, en donde se construye una residencia de unas cincuenta plazas.
En cuanto a los beneficiarios de la Ley de Dependencia, en la provincia de Jaén, hasta el pasado 18 de septiembre de 2009, habían sido valoradas 29.627 personas por alguno de los 62 equipos de valoración que existen. De los análisis realizados, se ha concluido que 21.438 jienenses pueden ser consideradas como dependientes severos, por lo que tienen derecho a una prestación en estos momentos. De ellos, alrededor de 17.000 reciben ahora mismo algún tipo de ayuda.